Eres mariposa trascendental, envuelta en tus alas de nunca parar de volar. Dejas detrás de ti el aroma de los sueños que persigues. Besas la vida con labios sencillos. Vuelas y vuelas tan alto que tu libertad jamás perderás.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Fuga

Yo como mujer liberada planto mis pies firmes en el suelo. El trayecto que mis piernas cansadas caminaron no fue fácil, me ha tocado subir rocas lisas y gigantes, llenarme de fango hasta la cintura, correr de colmenas de avispas rabiosas, caer rodando y retroceder kilómetros. Pero aquí estoy, parada derecha, con la mirada en alto y el cuerpo lleno de cicatrices de heridas profundas que logré curar con la voluntad de la mujer luchadora que nació en mis entrañas. “Yo quise ser como los hombres quisieron que yo fuese: un intento de vida; un juego al escondite con mi ser.” Escondida en el vestido blanco que te impide jugar con los niños en el parque, en la oración repetida antes de cada cena, en los lazos color rosa puestos en las trenzas para ir al colegio, en las muñecas que cumplían con ser mujeres perfectas para los hombres, los carritos de tu hermano con los que nunca te dejaron jugar. Escondida en tu casa de noche mientras tu hermano por ser hombre lo dejaban arrastrarse de bar en bar. Escondida bajo la colcha echa un matojo de nervios porque oías el llanto de mamá y los gritos de papá. Simplemente escondida de ti misma, ojos perdidos en un espejo sin reflejo, labios secos de palabras, manos húmedas sin tacto, cuerpo deforme bajo una capa de piel ajena al alma. “No sé por qué la vida entera he pasado rebelándome contra ellas .Odio sus amenazas en mi cuerpo. La culpa que sus vidas impecables, por extraño maleficio, me inspiran.” Inspiración. ¿Sabes como se siente la inspiración? Llega sin avisar y te abre el pecho para alojarse en el centro, justo al lado del corazón, sientes como a cada latido se esparce por las venas hasta que te posee y toma el control de todo. Se manifiesta de muchas formas. A algunos los obliga a escribir, a otros a componer, a bailar, a improvisar, a proclamar discursos que se adhieren a la piel sin pena. Pero esa primera vez me obligó a hacer otra cosa. Cuando ya estaba dentro y tenía el control absoluto me llevó frente al espejo y allí me mantuvo un rato, obligándome a buscar mis ojos perdidos, la mirada que nunca había conocido. Mis ojos fugitivos de los huecos de mi cara los encontré en la esquina superior izquierda y al ponérmelos me vi a mi misma. Nunca me había mirado y me asusté con mi aspecto. Solo tenía 18 años pero la resequedad del alma me hacía más vieja. Esa noche no me abandonó hasta que pinté mis labios de rojo, me quité los pellejos de la sumisión y llené un cuaderno de la ira acumulada durante todos estos años. No sé cuánto tiempo estuve apretando el bolígrafo contra la hoja blanca pero cuando terminé ella se fue y entonces me di cuenta que el sol ya andaba saliendo. “Un engañoso canto de sirena me cantas, ¡naturaleza astuta! Me atraes y me encantas para cargarme luego de alguna humana fruta.” Y salí por la puerta estrecha, dejando atrás la vida falsa, un vientre fecundado por obligación y recuerdos que se quedaron estancados en la fuga. Me aventuré a lo desconocido y comencé a sentirme mujer. Caminé descalza por el placer refrescando poesías que paría sin querer. Lo dejé todo atrás: el traje blanco, los lazos, las muñecas, los gritos… el escondite. Me miraba desnuda todos los días al espejo para no esconderme nada y me enamoraba de la figura que veía. La que estaba en el espejo no se parecía en nada a la primera imagen y eso me hacía reír a carcajadas conmigo misma. Hoy aquí, frente a ustedes mi alma vuela poderosa por las corrientes de aire. Mis rizos bailan en el vaivén de aventuras que emprendo sin ataduras a nada ni a nadie. Soy mujer libre que sube a la montaña más alta y llena sus pulmones de aire virgen. Busco el placer en letras, en armonías, en movimientos. No escondo mis llantos ni mis alegrías porque no conozco la frialdad pero no doblo rodillas porque tampoco conozco la debilidad. Cargo en mis bolsillos la historia de otras guerreras, mujeres que partieron por caminos similares al mío. Pies firmes en el trayecto, en cada paso porque “quien manda en mi soy yo”.

martes, 16 de octubre de 2012

Que mucho pienso en un beso cuando no están tus labios.
Soy la vida que recibe vida, me escabullo por meandros, por profundidades, por llanuras. Me hago espuma en la orilla pero regreso a la corriente aventurera. Nací de una calabaza hueca que guardaba los huesos del hijo de Yaya. Vengo de la montaña más alta, escurrida por las grietas a las que poco a poco fui dándole la forma de mi cuerpo. Antes de llegar aquí, he viajado el mundo ya varias veces porque me esparzo sin darme cuenta. Traigo minerales de la tierra más fértil y al pasar por ella sacié la sed de un viejo árbol que rejuvenece sus arrugas con mi frescura coqueta. Fui la maldición en los hombros de Ondina pero también fui su protegida. Soy la inevitable cómplice de la despavorida desesperación de Odiseo por probar la boca de una seductora sirena. Soy el delirio de la garganta seca en el desierto. Soy la furia que casi destruye el querido Macondo de García Márquez. Puedo ser la protagonista imperceptible en la historia, la gotera de la gruta, la cascada que enfurece al río. Puedo flotar en un mar muerto. Puedo quedarme estancada en un lago. Puedo ser grosera en una tormenta. Puedo ser apasionada humedeciendo un beso fugitivo. Soy la amante de la tierra, la enemiga del fuego y la calmante del viento. Viajo, viajo y sigo moviéndome por el mundo sin control. Solo me queda esperar el momento en que mis aguas turbias se calmen en el río dulce y rodear el cuerpo de la mujer desnuda que porta vida en su vientre. Ya a estas alturas de la travesía agitada trato de deslizarme sobre su piel canela que aspira en la búsqueda del aire que le de la fuerza de pujar desde las entrañas. Dibujo sus pechos hinchados deseando protegerlos, su forma perfectamente redonda flota en mi guardando su alimento. Mientras voy trazando su abdomen inflamado me doy el placer de olerla por completo. Su fragancia fértil me anuncia que la vida llegará en cualquier momento. Sigo mas abajo y me encuentro con su sexo, está sumergida en mí y sus piernas están abiertas firmes en el suelo. Esta vez puja con todas sus fuerzas y choco con la vida que se le escapó de los adentros. Mi reacción es un empujón pero luego la acojo en mi corriente tibia hasta que flota a los brazos que la esperan. Soy Vida que recibe vida.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Viajando

Hoy es la noche mas corta, vuelo callada por los aires. Mis labios sedientos de frío no encuentran como hablar. La noche aparece misteriosa y las estrellas se descubren el cuerpo. Desde aquí, donde estoy las puedo tocar sin esfuerzos. Saltando de nube en nube mis rizos me golpean la cara con el vaivén. Recojo 3… 4… la quinta es la que te antojaste la noche pasada. La tomo en mis manos y mis ojos se cierran por el brillo de tantos deseos acumulados. Las estrellas van brillando más a cada deseo y tu estrellas era la más brillante y hermosa en el cielo. Me siento en una nube blanca y suave en la noche a recibir el amanecer. Desde lo alto el cielo amanece en gamas de tonalidades. El sol se asoma como un pincel y todo poco a poco aclara. El día llega y tu estrella sigue conmigo. La noche más corta, la noche más corta se ha ido. La noche más corta y bella se ha ido. Ahora me toca bajar, tocar la tierra que no he pisado jamás. Tu en tierra fértil, yo en tierra lejana. Cuando baje de la nube nos separará el mar pero la noche más corta, la más corta me regaló tu estrella.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Sencilla

Yo contemplo y disfruto.
Disfruto mientras contemplo
y el momento se vuelve mio,
poco a poco lo acojo al pecho.

En silencio trazo la forma de la imagen que me ha robado el aliento
y la sencillez me sorprende tanto que no parpadeo para no perderlo.
En una ciudad donde las cosas se escapan en la nada
hay que andar con los ojos bien abiertos
porque dentro de la mugre la flor nace,
reluciente y brillante dando aire a brazos viejos.

¿Y quién se dobla a recogerla?
El que quiere descanso en sus adentros
y se atreve a ponerla en su oreja para rociar los pensamientos.

Busco la tierra mojada
pero dentro del cemento que me aplasta no la encuentro
y miro las nubes, las nubes me miras
y ya el sol se les adelanto en el trayecto.
El que busca encuentra y recargo mi vida recostada de una hoja flotante en el viento.

miércoles, 11 de enero de 2012

De verdad pensé que ibas a volver,
pero las imágenes rimadas
que pasaban por mi cabeza
al momento de tu huida
eran deseos,
no palabras profeticas.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Quiero una chocha que cuando la pruebes se te olvide la existencia de las demás.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Escogí

Cuando abrí por primera vez los ojos en este mundo temporero,
descubrí que era el regalo de la luna,
un nombre que NO escogí
pero decidí que tipo de regalo quería ser.

Escogí moverme por los aires,
escurrirme en corrientes excitadas
que me llevaran a tocar el cielo de puntillas en lomas verdes.

Escogí el lenguaje del cuerpo,
quebrarme por completo en movimientos,
crear palabras danzantes estimuladas por el momento.
Sentirme viajantes en la música o tal vez en el silencio,
usar el éxtasis espontaneo para crear pasos nuevos.

Escogí ser espirales heredados del negro,
ver la Madre Tierra en mi cabello
sin atreverme a negarla en ningún momento.

Escogí ser compañera del músico
que no se cansa de improvisar en su instrumento
y decidí besarle la boca para aprender de sus arpegios.

Escogí ser luchadora solidaria por el futuro,
enamorado de manos incansables
que acarician porque creen en la recuperación del pueblo.

Escogí ser Libertad y no atarme a ancestros.
Imponer mi nombre, el que resume mis regueros.
Ofrecerme al mundo en el sustantivo propio que ESCOGÍ
porque soy Libertad cantante gracias a la vida que me enseñó a ser así.