Eres mariposa trascendental, envuelta en tus alas de nunca parar de volar. Dejas detrás de ti el aroma de los sueños que persigues. Besas la vida con labios sencillos. Vuelas y vuelas tan alto que tu libertad jamás perderás.

viernes, 4 de febrero de 2011

Una masa compacta, empañetada de sueños se levanta.
Lleva los versos de mil cantores,
los pasos de mil bailarines,
los colores de mil pintores.
Entrelazados por las manos en posición de lucha.
Manos encajadas en hombros
que cargan mochilas con el peso de los cobardes, de los egoístas, de los opresores.

Las mentes estrechas son los opositores de este combate,
esos llevan en sus manos el miedo
con el que creen opacar consignas.
Llevan mordazas y hasta labios cosidos
porque no se creen dueños de sí mismos.
No creen su boca suya,
no creen sus ojos suyos,
no creen su cuerpo suyo,
no creen su pensamiento suyo.

Piensan que nos tiene en sus manos, en su control,
que la guerra está ganada,
juran poder aplastarnos con sus botas pesadas.
Pero no conocen nuestros líderes: pasión, libertad y amor.
No conocen el agua que hidrata nuestro cuerpo: la esperanza.
No conocen la sincronía de nuestros pasos
que marchan a defender lo tuyo, lo de ellos, lo mío.

Se escapan solas

A veces la poesía se me quiere escapar con los gemidos
y mi corazón late en rima.
En mis adentros se desata una canción
en el conteo del choque de los cuerpos.
Si solo prestaras atención a mi pecho,
escucharías los eternos versos dedicados a tus besos.
Mis labios opresores de lo que siento
cubren de silencio frío
todo el fuego tuyo y mío al mismo tiempo.